viernes, 30 de septiembre de 2011

El chat no es para mí

Amigos, mi vida es tan triste que después de más de ocho años he decidido volver a un chat. Antes, con 10, 11 o 12 años, mi objetivo era mofarme de los demás usuarios. Para ello, había veces que me hacía pasar por una chica facilona, en alguna ocasión llegué a quedar con una chica diciendo tener 25 años y en otras ocasiones me dedicaba a humillar al colectivo homosexual (que quede claro que ahora jamás lo haría).

Hoy me quería presentar como quien soy. Con el nick CMR iba dispuesto a entablar conversación con gente totalmente desconocía. Primer problema: ¿de qué hablas? Hace buen tiempo, por lo que no se puede empezar con un "parece que va a llover". Tampoco es posible arrancar una conversación preguntando "¿tú de quién eres?", ya que por más explicaciones que diera no iba a conocer a su familia. Total, que decido no ser el primero en comenzar una charla. Horas después, sigo esperando.

La única explicación que encuentro es el nick elegido. No podía competir contra "_morenazo23", "LatinLover69", "_lahrubiah" o "cAxOndA19". ¿Por qué se ponen esos nombres? ¿No piensan que probablemente lleguen a tener una amistad o lo que sea y recordar que empezaron a conocerse como "_VallecasKing" y "LahTeToOoOoNah"?

Me apuesto el sueldo de un mes a que los que escriben los mensajes públicos en realidad son los descartes de Mujeres y Hombres y Viceversa. El 95% de los mensajes eran escritos por chicos con nicks lamentables y decían cosas como: "alguna xica q se sienta sola?" o "q me ablen pro privi las nenas de valencia". Una manera lamentable de prostituir su dignidad. Antes que estar mendigando una charla de esa manera me pongo a hablar con Cleverbot.

Decido abandonar decepcionado el chat y justo en ese momento me doy cuenta de que hay varias salas con distinta temática. Política nacional, política autonómica, fútbol, Fórmula 1, etc. Intento hacer de Iñaki Gabilondo en varias salas de política... y todas vacías. Al igual que en la de Fórmula 1. En la de fútbol hay uno del Málaga, otro del Dépor y un sevillista.

Después de todo, ahora me doy cuenta de por qué desde que terminé Primaria no he echado de menos a la fauna del chat.

lunes, 26 de septiembre de 2011

No nos damos cuenta

El pasado viernes vi una imagen sobrecogedora. En el kilómetro 17 de la carretera A-3, a la altura de Rivas Vaciamadrid, un camión había tenido un aparatoso accidente. El tráiler se había llevado consigo la verja que separa la autovía del campo y la valla que separa las vías del Metro del campo. La bañera del camión estaba totalmente bocaarriba seriamente dañada y la cabina, que se había separado de la parte trasera, tenía la parte del acompañante completamente destrozada.

Según me contaron varias personas, el conductor del tráiler tan solo resultó herido leve pese a lo aparatoso del accidente. Por suerte para él, cuando se recupere física y psicológicamente, podrá volver a conducir otro camión o su coche particular, pero seguro que lo hará desde una perspectiva distinta y de una forma mucho más cuidadosa.

Es triste pensar que es necesario llevarse un susto de tal envergadura para pararnos un momento a considerar las posibles consecuencias de una conducción, por llamarlo de algún modo, agresiva. Muchas veces no somos conscientes del peligro que conlleva ponerse al volante de un automóvil, confiamos en nosotros mismos sin tener en cuenta muchos factores que pueden ser fatales. Y es que no es lo mismo reventar un neumático a 120km/h que a 150; en una carretera secundaria siempre se reaccionará mejor ante la invasión de la calzada por parte de un animal a 90km/h que a 110; una noche de fiesta nos podemos cruzar con un conductor ebrio que nos arruine la alegría y cuanto más despacio vayamos más margen de reacción tendremos.

Los que habéis llegado a leer esto habéis pensado muy probablemente cosas como "este tío parece mi padre" o "vaya un sermón que nos ha soltao". Yo mismo me recuerdo a mi padre en esta entrada, y me acuerdo de todas las veces que me ha dicho todas las cosas que ve a diario desde su camión. Igual la DGT sí que tiene como uno de sus objetivos recaudar dinero para el Estado, pero por mucho dinero que recaude no será nunca lo suficiente como para hacer que el número de accidentes de tráfico se aproxime a cero.

Cierro estas líneas usando una frase que más de una vez me ha dicho mi padre y que nunca me había gustado, hasta el momento en el que decidí involuntariamente analizar sus sermones: "Más vale perder un minuto en la vida que la vida en un minuto".

martes, 20 de septiembre de 2011

¡Bye, bye, verano!

Tenía claro que este acontecimiento se merecía una entrada en el blog. Tenía tan claro eso, como que me resultaría tan doloroso escribirla como el hecho de ir andando y que el maldito dedo pequeño del pie se tropiece con el sillón o algo así, qué sé yo... El caso es que es muy doloroso.
Y lo reconozco, era el primero que tenía ganas de comenzar de nuevo la rutina, de ver a los compañeros, de sentir algo de frío en mis carnes, de reanudar la universidad y sentirme al menos algo útil en el mundo este que habitamos, pero no deja de doler que se nos va otro verano, que dejamos atrás otro pedacito de calor, de sol, de noches largas y estrelladas, de paseos con los amigos, de juergas nocturnas (que continúan en invierno, otoño, primavera y las estaciones que nos inventemos), de paseos de la mano con la persona amada... pedacitos de experiencias que forjan nuestro corazón y que crean un parche más tapando el tiempo que se nos ha regalado en esta vida.
Es inútil no sentir nostalgia. Hay que pararse a pensar un instante, para los más nostálgicos, en que verano 2011 sólo hay uno... sólo ha habido uno. Y cada acción, cada circunstancia, cada vivencia, cada frase, cada risa, se han quedado con él, y ya son sólo recuerdos que se perderán con el paso de los meses.
Decimos adiós de nuevo a un verano, estación favorita de muchos, y sobra dar razones, y amada por otros muchos, como yo. Si alguien odia el verano, por favor, que se marche a otro planeta, con los de su especie, porque nada puede igualar la sensación de armonía y libertad al vivir una noche veraniega. Salir con ropa corta, sin preocuparte del frío lo más mínimo, puesto que, como mucho, sentirás una leve brisa que acaricia tus brazos y cara y te da las buenas noches. Bañarte en la piscina o en la playa, sentirte un garbanzo después de estar en el agua horas y horas. El sol pica a veces, pero no es mala gente en el fondo.
Espero terminar la entrada antes de ponerme a llorar cual niño pequeño al que se le acaba de caer un caramelo al suelo. No sin antes, recordar algunos de los mejores momentos que he vivido y me ha deparado este espectacular y mágico verano 2011...
... cómo olvidar estar con ella, cada momento vivido a su lado, paseando o chapoteando...
...cómo olvidar estar en la playa con la familia, los momentos de fraternidad que no se encuentran el resto del año...
... cómo olvidar las fiestas playeras con tras gandules que me llevé a mi piso... cada instante y cada anécdota fue única...
... el correr por la playa a altas horas de la noche, zarandeando la camiseta como salvajes...
... el baño de las 6 de la mañana y el posterior ataque de unos borrachos entrados en años, al igual que nuestro intento fallido de hacernos pasar por estrellas del rock...
... ¿una persona es capaz de cenarse dos paninis y, después de estos, una fabada asturiana?... yo creo que sí...
... noches de paseos eternos, en los cuales volvía a casa cuando ya mi hermano se había ido a trabajar y me recordaba a mí mismo que era un golfo... más que golfo...

En fin, podría escribir cienes y cienes de vivencias, pero creo que ya basta.
Nos despedimos de otro verano, pero otro llegará...
Ahora toca darle las gracias y saludar a nuestro amigo el otoño.

(Para acabar, me gustaría poner una canción veraniega, que espero que disfrutéis y os haga recordar, al menos por algunos instantes, alguna que otra experiencia del verano que dejamos atrás, que espero que haya sido espectacular)

domingo, 18 de septiembre de 2011

¡HALA MADRID!

¡Esto no puede seguir así! Que llevan una década dándonos por culo y encima nosotros ponemos el culo encantaos. ¡No puede ser! Tenemos que hacer algo porque si seguimos como estamos estamos faltando el respeto a todos los antecesores que han hecho del Madrid el mejor equipo del mundo.

No podemos consentir que Turienzo Álvarez nos robe el partido como nos lo ha robao y dejar que se vaya de rositas. ¡Lo que deberíamos hacer es devolvérselo! Seguirle, ir a su casa, romperle las lunas de su coche, rajarle las ruedas, pintarle con spray CABRON en la puerta de su casa y porque no somos radicales, que si lo fuéramos le quemaríamos la casa y ese sinvergüenza acabaría en el hospital, que es lo que se está ganando él y todos los que arbitran siguiendo las órdenes del hijoputa de Villar.

Tenemos suficiente historia y somos demasiados seguidores como para que nos respeten. No estoy pidiendo más que a ningún otro club, sólo que nos traten como a los demás. Y si para ello hay que ir al estadio con catanas, navajas, cholejas y bates de beisbol, habrá que ir y usarlos si el árbitro nos roba como nos ha robado hoy. Nos tratan como tontos porque a esta gentuza le hemos dado la mano y nos han cogido el brazo, el cuello y a nuestras madres en el sentido latinoamericano del verbo.

Que no digan que la culpa es de Villar, no. Villar puede decir lo que quiera, pero si un calamidad no ejecuta sus órdenes, sus deseos los cumple su puta madre. Pero ¿qué pasa? Que calamidades como Turienzo Álvarez hay muchos. Eso y que nosotros somos demasiado blancos y no nos atrevemos a ponerles con la boca abierta contra un bordillo y saltar sobre su cabeza. ¡¡¡¿¿¿Qué señorío ni qué señorío???!!! Al señorío me lo paso por los cojones y luego se lo restriego en la cara al noruego de la Champions del otro día.

¡¡¡QUE NOS TENEMOS QUE IR DE AQUÍ!!! Sabiendo que nos van a hacer la vida imposible es mejor que nos vayamos a jugar contra los árabes o los chinos antes que estar recibiendo humillaciones por parte de la Federación.

11 jugadores como Pepe metía yo en el vestuario del árbitro, pa ver si se les acababa la tontería...

viernes, 16 de septiembre de 2011

La culpa es de los padres

No hay nada que me relaje más que escuchar música viajando en autocar. Junto a la ventana, en la parte de atrás, con el asiento tumbado, pies sobre la plataforma, brazo sobre el soporte de la ventana y cinturón de seguridad. Nada hacía pensar que el viaje iba a ser una tortura.

Con la posibilidad de elegir en qué autobús voy, en la estación me inclino por el modelo más antiguo de los dos coches, el que más acostumbrado estoy a viajar. Sube una familia compuesta por un padre, una madre, un niño de unos cinco años y otro de aproximadamente uno y medio. Se sientan al otro lado del pasillo, paralelo a mí. Mala señal.

El padre y la madre, juntos; el pequeño, sobre la madre, y el grande... el grande sentado solo y gritando porque la madre no quería ponerse junto a él en el asiento de atrás. Prefería dejarle solo, sin cuidarlo. Más tarde sabría por qué. Según pasaba el tiempo el volumen de voz de estos seres sin civilizar aumentaba. Al igual que aumentaba mi sorpresa al ver el comportamiento de retrasado mental del padre de familia. Este individuo se dedicaba a pegar cogotazos en la cara y en la cabeza a sus dos hijos para hacerlos de rabiar, haciéndolos incluso llorar. La madre, a la que se le veían las tetas casi enteras porque el pequeño de sus hijos le tiraba de la camiseta, regañaba y pegaba a su pareja para que cesara su actividad de subnormal. Mis miradas desafiantes, toses abultadas e interjecciones no eran recibidas por el receptor y tampoco las regañinas de su esposa/novia, y el muy payaso seguía con sus actos dignos de niño de 3 años.

Por si el personaje con hijos no hubiera quedado en evidencia suficientemente, el autobús frena cuando él está en cuclillas sobre el asiento y de espaldas al respaldo. El homínido cae al suelo aparatosamente para el escarnio de los demás pasajeros. Hubiera sido justo que en la caída hubiera sufrido algún tipo de lesión, pero por desgracia este mundo de justo tiene poco. Al igual que los perros más tontos, no aprende de sus errores. El muy imbécil arrebata el bebé a la madre y lo coloca sobre el reposacabezas del asiento y con la cabeza hacia la parte de atrás, mirando al suelo. Por suerte para el pequeño, la madre, algo más responsable que el desprecio de padre, vuelve a coger a la criatura antes de producirse un posible accidente. Y a todo esto, lo únicos que conseguían mis miradas con la peor de las caras de mala hostia que era capaz de poner era que el parásito humano borrara esa sonrisa de gilipollas que tenía al hacer el tonto y se callara la boca durante no más de 10 segundos.

Por suerte, esa especie de familia Simpson sin gracia alguna abandona el autocar en Perales. 10 minutos de descanso para disfrutar de la música de Melendi sin perturbaciones.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Las 10 mejores frases de Homer Simpson

Tras un agosto más bien seco, tanto a nivel meteorológico, como a nivel de entradas, volvemos a actualizar, ya en septiembre. Y como, para ser sinceros, no hay mucha idea sobre qué hablar (más que nada porque en septiembre nuestras neuronas están temblando de miedo ante la idea de la vuelta a la universidad, y no están en condiciones de sentarse a escribir de algo realmente interesante), me dispongo a mostraros mi ránking personal de las 10 mejores frases de Homer Simpson, ese padrazado grandullón que se ha ganado nuestro "respeto" televisivo y que a muy pocos cae mal.
Creo que éste gran personaje de la animación se merece un pequeño homenaje dentro de este joven blog, puesto que nos ha hecho pasar grandes momentos, impresionantes aventuras y, sobre todo, nos ha hecho reír.

Se trata de mi opinión; subjetiva y totalmente personal. Os pido encarecidamente que, mediante la caja de comentarios, aportéis más frases si os acordáis o creéis que me falta alguna mítica y sea imperdonable que se me haya olvidado.
Allá va:

1- Tendrá todo el dinero del mundo, pero hay algo que jamás podrá comprar... un dinosaurio.

2- Hijos, lo intentasteis al máximo y fracasasteis. La lección es: no intentarlo nunca.

3- Todo lo que esté a más de doce pasos de distancia, NO merece la pena.

4- Normalmente no rezo pero, si estás ahí, por favor, sálvame, ¡súperman!

5- Cuando miro las caras sonrientes de los niños, sólo sé que están planeando golpearme con algo.

6- "Para empezar, presionar cualquier tecla".
- ¿Dónde está la tecla "Cualquier"?

7- Homer: Con esta campaña, la ciudad está libre de osos.
Lisa: eso es ridículo; es como decir que esta piedra ahuyenta tigres.
Homer: mmm... ¿funciona?
Lisa: ¿Ves algún tigre por aquí?
Homer: ...
Lisa: ...
Homer: Vale, te compro la piedra.

8- Quizás, sólo por una vez, alguien me llame "Señor", sin añadir "está usted montando una escena".

9- Lisa, si la Biblia no nos ha enseñado nada, y no tiene por qué, es porque las chicas deben practicar deportes de contacto, como lucha en aceite caliente, boxeo sexy y demás...

10- ¡Eso es! Ya me habéis obstaculizado mi camino bastante tiempo. ¡Me voy a la universidad de payasos!

Espero que con este ránking haya logrado sonsacaros una leve sonrisa (en compensación de la historia de miedo que escribí anteriormente).
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