miércoles, 16 de noviembre de 2011

Elegir la manera de agonizar

Se ha pasado la medianoche. La hora de las brujas.
No he visto ninguna por mi ventana, pero sé que están ahí fuera, acechando.
Respiro el silencio de mi reconfortante hogar. Hay tantas personas sin uno.

Si me apeteciera y no fuera tan vago,
me levantaría tranquilamente,
pasaría junto a mi radiador aún candente
y degustaría uno de mis cola-caos que tan gustosamente me hago.

Y hay tantas personas sin esa posibilidad...
El pensar en esto puede resultar agobiante; el no pensarlo, te convierte en ignorante y el no importarte, te convierte en bazofia, directamente.
Incluso yo corro peligro de quedarme sin mi cola-cao. Casi todos, me atrevo a añadir.
Fuera, lejos de estos muros bien construidos y lejos de mi manta azul, protectora eterna, hay gente pasando frío, pasando hambre, viendo cómo su familia desaparece y viendo cómo los que deberían impedir eso, se sientan en un plató de televisión a ganar aún más dinero discutiendo cual gallinas tras un gallo. Se invierten millones de euros en campañas; esa mierda llamada políticos necesita de la publicidad para poder llegar al público, puesto que por ellos mismos jamás conseguirían nada. Tienen a un conjunto de personas detrás, diciéndoles cómo deben vestir, qué deben hacer, cómo lo deben hacer, cuándo lo deben hacer.
Personas que gobiernan una parte (pequeña) del planeta que habitamos, sí. Personas que juegan con la vida de las personas.
No importa nuestra voz; sólo importan sus bolsillos.
A tres días de elecciones, sólo puedo darme cuenta de cuán aborrecible es todo este mundo de la política; ¿de verdad esperan que me crea que les interesamos?
La respuesta la sabemos todos, incluso ellos.
Hemos llegado a un punto en el que no nos ofrecen la mejor solución, sino la solución "menos mala". Y me entristece saber que esas personas, en este justo momento, se encuentran durmiendo en sus casas de lujo, con sus camas de lujo, rodeados de árboles tropicales que llenan sus jardines de lujo y con una seguridad de primera, al margen de lo que sufre "su gente".
No somos "su gente". Nosotros no elegimos nada, sólo elegimos la manera de agonizar lentamente, sin hacer ruido y sin poder mover un dedo.

Desde luego que sí. Sí he visto muchas brujas, y sí están acechando.
Constantemente...

1 comentario:

  1. Me ha sorpendido mucho tu vision pero, por encima de lo qye muchos creen, en la mayoria de las cosas esyoy contigo. Politica y mas politica...de eso va hoy en dia el mundo.

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