Un poco de Eurocopa

Sí, matadme por ello, pero después de varios meses de vacaciones blogeras, en las que, a parte de rascarnos las pelotas, no hemos hecho gran cosa, hablaré de fútbol. Y es que me parece un insulto tener un blog, que se esté disputando una Eurocopa y no dedicar ni tan siquiera un breve post a hablar sobre ella.

Como todos sabemos, España se encuentra en una de las dos semifinales, tras marear y reírse un rato de los franceses, algo, desde luego, muy gracioso, puesto que por lo menos, irónicamente, nos han ganado en algo: en kilómetros recorridos por sus jugadores al correr detrás del balón los 90 minutos. Chapó por ellos, sí. La verdad es que, y creo hablar por todos, era un partido soñado; un partido por el honor y por la necesidad del deporte español de, una vez más, callar bocas y ganarse el respeto a base de deporte, no de muñecos sin sentido que sólo reflejan el malestar un de un país por le impotencia de ver ganar a sus vecinos, mejores en todo actualmente.

Desde España, amigos franceses, os envío una imagen:

(Fuente:  memedeportes.com )

Por otro lado, ayer pasó a la otra semifinal Italia, que dejó en la cuneta a una pobre Inglaterra que parece haber olvidado de qué va esto del fútbol. Tras un partido que lo único que ha provocado ha sido el frote de manos de Alemania, lo único que destacaría sería esta imagen:

El miércoles se enfrenta nuestra querida España contra los portugueses; esperemos que la única preocupación de los nuestros sea vigilar bien las mochilas para que ningún portugués nos robe nada. A priori, es lógico pensar que una posible final sea Alemania - España, siendo las dos clarísimas favoritas y viendo con la contundencia que han pasado de cuartos. 

Pero, no sé por qué, en la Champions de este año pasado pasó algo similar: la gente, y yo el primero, ya tenía claro que la final sería Real Madrid - Barcelona, y todos sabemos cómo acabó la cosa. Prudencia...

Hasta siempre, House

House ha cerrado para siempre su consulta. No contaré detalles del final por si alguien no lo ha podido ver en Cuatro, pero sí que diré que me esperaba algo distinto. Tenía claro que jamás se superaría el final de la quinta temporada, en el doble capítulo sobre la muerte de Amber. Sin llegar a disgustarme pensaba que sería algo más "apoteósico". Ha sido la mejor serie -desde mi criterio- y no es fácil elegir cómo ponerle punto y final.

Una serie que puede gustar más o menos pero cuyo fondo psicológico es innegable. Demuestra cómo se puede tener cariño a un cabrón. Wilson no era el único que le tenía estima, cada semana millones de personas le hemos seguido preocupándonos por su dolor físico y sentimental.

La sociedad necesita gente como House, un hombre al que no le preocupan formalidades y protocolos si saltándoselos consigue lo que quiere. Adicto a la vicodina, a las putas y al que la única persona que le importaba era él mismo; y precisamente por ello era ajeno a lo que los demás pensaran de sus aficiones.

Ajeno a los problemas de House con las drogas, con la cárcel y con sus fracasos sentimentales creo que es momento para centrarse en los mejores momento que Greg nos ha dejado, momento para echar unas risas con sus innumerables puntazos que soltaba a cualquiera desde su ingenio.

Va por House:

"Yo no me masturbo, me hago el amor", "he dicho que soy adicto, no que tenga un problema", "todo el mundo miente, la única variable es sobre qué"...Y así podríamos seguir con un sinfín de frases célebres del cojo más famoso de la televisión.

Hasta siempre, House.

Señora Benemérita

Antes de empezar con las tonterías, quería pedir perdón a los seguidores de éste nuestro blog por haber estado los últimos meses más escondido que la dignidad de Leticia Sabater.

Y hablando de señoras mayores me gustaría dar un pequeño homenaje a todas aquellas que velan por proteger nuestros derechos, sobre todo el derecho a la información y a la libertad de pensamiento (cuando se ponen a cotillear), y nuestra seguridad. Podrás pensar: “¿una vieja va a cuidar de mi seguridad?” Pues sí.

De hecho, hoy mismo he visto a una señora formando parte del dispositivo de un control de tráfico en una de las entradas a Villarejo. ¡Cuidao! Una señora como debe ser: con sus rulos, su bata y hasta con un yorkshire; para comprobar si los conductores guardaban droga, supongo. Y aquí es cuando uno de los Guardias Civiles la ha cagado. Va y le dice: “¡Pero señora! Quítese de aquí que estamos trabajando y le va a atropellar un coche”.

¡Qué desconsideración, qué falta de respeto, qué ingratitud! Ese Guardia Civil ignora la gran labor que señoras como ésa hacen durante todo el año levantándose incluso a las 7 o a las 6 de la mañana. Mientras ese Guardia Civil cobra por hacer que se cumplan las normas de tráfico a esa buena señora nadie le paga absolutamente nada por hacer cumplir las normas morales y sociales, mucho más importante que las de tráfico y que no están recogidas en ningún manual. ¿De qué sirve que ese Guardia Civil multe a un joven con 600 euros por ir superar la tasa de alcoholemia si no hay al lado una señora mayor que le diga “¡Amos que! ¿No te da vergüenza ir por ahí bebío? Pa haberte matao… ¡Uy si viviera tu abuelo los palos que te iba a dar!". 

Yo iría más allá y recortaría despidiendo a todos los policías. En su lugar pondría a vigilar a señoras mayores y como remuneración les daría un cotilleo por hora que trabajen. Si vivimos con miedo a qué nos pasaría si les rompemos un geranio, nadie se atrevería a delinquir si señoras como la del control impusieran su ley. 

¿Qué propósitos tienes para este año?

Piénsalo bien, eh. No vale cualquier respuesta, ni la típica que ya estás cansado de oír, como aquello de "ser feliz", o "apuntarme al gimnasio", sin incluir en muchos casos el hecho de ir, o "dejar de fumar".

Todos sabemos que no será así.

Probablemente, te apuntes al gimnasio, sí, pero al tercer día, cuando vayas y, entre el olor inmundo y pestilente de miles de axilas y lo que no son axilas precisamente, veas a gente mucho mejor que tú, mucho más musculada y mucho más en forma, que harán de ti un monigote insignificante y fláccido, incapaz de subir ni siquiera los dos escalones que separan el gimnasio de la calle. Verás que tu cuerpo no puede someterse ni al movimiento bamboleante de tu torpe andar, y, decepcionado, más que resignado, volverás a casa, con la mochila de Adidas (o Dadodas, si frecuentas el mercadillo, lo que hace más cómico tu retorno al hogar), debiendo hacer frente al papel que supone decirle a tus padres que los 40 euros del mes de gimnasio han tenido el mismo efecto que el viaje a Malta para "aprender inglés" o contratar Internet en casa para "hacer trabajos del insti".

Probablemente, dejarás de meterte con tu hermana/o durante... ¿unos quince minutos?, pensando que eso te hará mejor persona, o no tocarás los huevos a tus padres para que te den dinero para salir (a gastártelo en alcohol, golfo/a) durante un par de días, creyendo tener controlada la situación y creando una sensación de bienestar que va a durar lo que dura una tarta en la ventana de Falete.

Probablemente, habrás dejado de fumar... durante las campanadas que dan paso al año nuevo, y luego habrás seguido jodiendo tu cuerpo, tus pulmones y tu sonrisa, cuyos dientes van tintándose, cual ventanilla de coche tunning, a un precioso color amarillento muy parecido a la cromática que tiene aquello que veo nada más despertarme. Pero seguirás con la misma sonrisa de completo inútil, gastándote 4 euros diarios en cajetillas de cigarrillos, firmando, poco a poco, una sentencia de muerte mientras otras personas se ríen, desde arriba, en sus despachos, de tu falta de neuronas, la cual provoca su enriquecimiento abusivo.

Probablemente, creerás que "el amor de tu vida" estará al caer, que el 2012 debe ser tu año en ese aspecto, sin pensar que, ni estando en The Walking Dead, te comerías un rosco, porque no te mordería ni un zombie. Es más, tú los perseguirías a ellos.

Y, probablemente, pienses que llevo razón. Le darás la razón a un tonto que no tiene ni idea de la vida, que sólo se sienta enfrente de su ordenador a escribir payasadas, y ahí está el error.

Lo que yo diga, lo que él diga, lo que ellos digan, da igual. No deberías proponerte nada para este año, sino para toda tu vida.

Si quieres dejar de fumar, hazlo, no te lo propongas.

Si quieres encontrar a tu chico/a ideal, no lo busques; no consiste en rastrear cual perro en celo, sino estar preparado para cuando la ocasión se presente.

Si quieres ser mejor persona, empieza por buscar tu camino, mirando a los lados de vez en cuando, SÓLO por si alguien necesita tu ayuda, no para criticar o para desprestigiar.

Si quieres ser feliz... busca en cada momento, cada segundo, cada instante, esa mota de belleza, ese detalle que te provoque una leve sonrisa, esa luz escondida que hace que la oscuridad sólo sea una minúscula fuerza incapaz de borrar tu determinación. Todo debería tener su lado bueno...

Y, si no lo tiene, invéntalo.

Feliz 2012.